Retomando el pulso
Después de tres años sin hacerlo, al fin hemos celebrado el
Día del Libro de forma presencial.
Este acto lo compartimos con la festividad de Sant Jordi en la que entregamos rosas y libros.
Nuestro socios son unos entusiastas de las actividades literarias en las que participan de forma intensa ya sean lecturas, declamación de poesía o talleres literarios.
Sobre El Quijote
En esta ocasión hemos variado el tradicional programa de lectura de pasajes del Quijote por unas
lecturas dramatizadas a cargo de nuestro grupo de teatro
«El Arcón de las Sorpresas».
Santiago Villar y José Antonio Fernández nos llevaron a una de las primeras andanzas de nuestro hidalgo, cuando el rico labrador, Juan Haldudo, ajustaba cuentas con su joven criado y dando cumplida información de lo que allí sucedió…
Natividad Fernández y Soledad Serrano nos dramatizaron las peripecias de don Alonso Quijano con el cabrero, así como las sentencias que cruzaron Sancho y su mujer a cerca de las aventuras corridas y por correr.
Finalizaron el acto literario las mismas interpretes con el
poema de León Felipe, Vencidos, y como consiguió un gran éxito, lo transcribimos al final de esta crónica.
Seguidamente se repartieron rosas entre las mujeres y libros para todos, así como una copa de cava con unos dulces.
Hemos disfrutado de más de dos horas de la grata compañía de los socios que llenaron la estancia del acto, quedando algunas personas sin poder acceder a la sala.
VENCIDOS
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar,
va cargado de amargura,
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar.
Va cargado de amargura,
que allá «quedó su ventura»
en la playa de Barcino, frente al mar.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Va cargado de amargura,
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.
¡Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura,
en horas de desaliento así te miro pasar!
¡Y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura,
caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar!
Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigo,
y llévame a ser contigo
pastor.
Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar…
León Felipe